Amar es un tabú, a veces. Miradas de soslayo, susurros a nuestras espaldas, el rubor en las mejillas de la vergüenza, provocada por una sociedad que mira sin querer entender. Amar puede ser un tabú, en ciertas ocasiones. La mujer, en lo que vamos de Historia, ha sido objeto de prejuicios más o menos flagrantes, con mayor o menor proyección a lo largo de los años, pero tiende siempre a venirme la imagen de una diana donde se reciben, diariamente – más todavía en estos últimos años donde las redes sociales nos permiten obtener una información casi al momento –, todo tipo de dardos repletos de un veneno que puede parecer inocuo pero no lo es. Amar, como decía, es un tabú en momentos donde sólo tendríamos que ver amor. Amores contra el tiempo, ya desde su título, demuestra esa capacidad de batalla, el afán de lucha y de romper con unas cadenas que, paradójicamente, sólo el tiempo podría romper. Porque las nueve vidas que aparecen en este libro son de aquellas mujeres que quisieron a hombres más jóvenes, que lucharon porque el tabú se convirtiera en realidad. Y también, por qué no decirlo, de mujeres valientes que batallaron contra el tiempo, contra la sociedad y contra unos presupuestos culturales que observaban a la mujer desde unos púlpitos lejanos. Amar es un tabú, a veces. Pero nadie dijo que no fuera posible hacerlo. Es más, eso mismo, hacerlo, amar, es la única realidad posible que debiera encontrarse.
A lo largo de la historia, la mujer ha debido hacer frente a muchas situaciones injustas. Así empieza el prólogo de Amores contra el tiempo de Dolores Conquero. La Historia, esa que se escribe con mayúscula, pero que refleja su labor, a veces, en minúscula, ha considerado como extraño que una mujer pudiera amar a un hombre más joven. Las nueve biografías que nos presenta la autora nos lleva desde Diana de Poitiers, pasando por Agatha Christie o Dolores Ibárruri, entre otras. Reconozco, desde un principio, que no suelo leer este tipo de libros. ¿Qué me hizo, entonces, acercarme a él? La necesidad de encontrar puntos de vista diferentes sobre el papel de la mujer en el recorrido histórico mundial. Si hay algo que, de verdad, hay que agradecerle a la autora es que haya conseguido plasmar tan bien – y tan bien documentado – el contexto histórico y llevarnos de la mano por cada una de las épocas retratadas mientras observamos sorprendidos aquellas historias de las que yo, particularmente, no tenía ni idea. Quizá esa sea, además, una de las principales labores de este libro: poner el foco, dar luz, alumbrar las historias que permanecieron escondidas en los recovecos más oscuros.
Uno de los problemas con los que me encuentro siempre que leo alguna biografía es el cansancio. Me explico: llega un momento en la lectura en la que, sin tener una razón aparente, termino por aburrirme de un libro y lo dejo aparcado hasta que mis ganas me hacen terminarlo (o no). Con Amores contra el tiempo me ha sucedido algo extraño: leía con ganas, con esas necesarias ganas que te dan algunos libros, y no quería dejarlo. Hay que dejar claro lo siguiente: no estamos ante relatos de ficción, no son nueve historias inventadas o noveladas, sino que son nueve pequeñas biografías. Y lo bueno es que Dolores Conquero consigue trasladar su pasión por lo que ha escrito al lector. Y también consigue retratar a la perfección lo que pretende poner en evidencia: que la sociedad sigue manteniendo ciertos prejuicios que, no por silenciosos, dejan de tener una consecuencia negativa.
Amar no debería ser un tabú, pero en cambio lo es. Ellas, las mujeres, esas mujeres que aparecen en Amores contra el tiempo desafiaron a un mundo. Más o menos conscientes, pero lo hicieron. La historia nos enseña que siempre, cada cierto tiempo, vuelven a repetirse los errores que creíamos tener superados. Pero no. Amar sigue convirtiéndose en un tabú, sigue requiriendo – por parte de ciertos sectores – una explicación injustificada. Quizá lo que haya hecho Dolores Conquero no es sólo un libro sino una prueba de vida. Una llamada de atención sobre la mujer; sobre su, también, necesidad de amar, y sobre cómo ellas los amaron más jóvenes pese a todo. Ahí radica la importancia de este libro.